Tiempo estimado de lectura: 10 min
Esta publicación contiene SPOILERS de Redshirts. Si quieres leer un poco sobre qué trata la novela y mi opinión sobre ella, puedes hacerlo aquí.
1. Introducción
A medida que nos vamos sumergiendo en la historia de Redshirt, vamos descubriendo que los personajes no cuentan siempre con libre albedrío. Hay alguna fuerza, desconocida al principio, que los hace actuar y pensar de forma inesperada. Se muestra en la novela una contraposición entre momentos “normales” y otros en los que los atrapa la “narrativa”. Allí es cuando deben enfrentarse a su destino preestablecido que, si resulta que llevan una camisa roja, puede significar explotar después de recibir en la cara el escupitajo de un oso panda rosado.
Es ésta la forma en la que Scalzi juega con ideas como el libre albedrío y el destino. Es cierto que esto provoca en nuestros protagonistas ciertas crisis existencialistas, pero en este artículo quisiera enfocarme en los dos conceptos mencionados. ¿Existe el libre albedrío o eres víctima de tu destino? La filosofía toca estos temas desde sus albores, pero en la actualidad se ha revitalizado dicha discusión de la mano de algunos deterministas como Sam Harris.
2. EL Contexto de la Novela
Establecidos los temas centrales de nuestro análisis, profundicemos un poco en el mundo de Redshirts. Para aquellos valientes que no hayan leído el libro, y tal vez no tengan intención de hacerlo, pero a quienes no atemorizan las advertencias de spoilers, les contaré brevemente de qué va la cosa. En Redshirts, nos encontramos en una realidad alternativa donde los protagonistas son personajes secundarios de una serie de ciencia ficción al estilo de Star Trek -pero con un giro inesperadamente peligroso-.
“Aquel era el momento que definía su vida. El motivo de su existencia. Todo lo que había hecho antes, todo lo que había sido, dicho o deseado, lo había llevado a ese preciso instante, lo había llevado a recular mientras los gusanos terrestres borgovianos se arrastraban por el polvo y el aire dispuestos a alcanzarlo. Aquel era su sino. Su destino.
Era una historia magnífica. Un drama de primera categoría. Y todo dependía de él. Y de ese instante. Y de su destino. Ese destino del alférez Davis.
-A la mierda-, pensó el alférez Davis. -Quiero vivir-. Y efectuó un giro para evitar a los gusanos terrestres.
Momento en que tropezó y uno de los gusanos terrestres le devoró el rostro y murió de todos modos.”
Una de las escenas iniciales de Redshirts
Estos personajes secundarios se ven atrapados en situaciones absurdas y, en la mayoría de los casos, mortales. Momentos donde su voluntad es subyugada por los caprichos de un guión de ciencia ficción mal elaborado. A medida que la trama avanza, los protagonistas descubren que están viviendo bajo las reglas de una narrativa omnipresente, y se embarcan en una misión para desentrañar este misterio y buscar una salida a su destino predeterminado.
3. Libre Albedrío en Redshirts
En la novela se desarrolla la idea del libre albedrío, o la falta de éste, de manera muy sencilla y casi caricaturesca. Para los personajes resulta terriblemente claro que no actúan según su voluntad. Jenkins, uno de los personajes, lo explica escuetamente:
“Alguna vez les habrá sucedido. Algo que no sabían hasta entonces aflora a la superficie. Toman una decisión o emprenden una acción que de otro modo no habrían tomado o hecho. Es como un impulso irresistible porque es un impulso irresistible: su voluntad -la de los guionistas-.”
Jenkins, personaje de Redshirts
Hay numerosos ejemplos de lo que dice el personaje en la novela y el lector, al igual que los interlocutores de Jenkins, ha sido testigo de ellos. A pesar de la liviandad con la que parece tratar el tema Scalzi, en la realidad hay profundas discusiones sobre la mera existencia del libre albedrío. En Redshirts la falta de libre albedrío se observa cuando los personajes no actúan siguiendo sus propios deseos. En nuestra realidad, la discusión pasa por si realmente existe o si actuamos por influencia “externa” sin ser conscientes de ello.
4. Debate Filosófico sobre el Libre Albedrío
Desde la antigüedad se ha dado la discusión sobre la posibilidad del libre albedrío. Por un lado se encuentra el Determinismo, que sostiene que todos los eventos, incluyendo las decisiones y acciones humanas, están predeterminados por causas anteriores. Por el otro, está el Libertarianismo, que propone que las acciones humanas no están completamente sujetas a leyes causales preestablecidas y por lo tanto existe el libre albedrío.
4.1. Determinismo y Libertarianismo: Una Mirada Antigua
¿Alguna vez te has preguntado si los dioses juegan con nuestras vidas? En la antigüedad, algunas culturas lo creían así. Imagina vivir en un mundo donde todo lo que haces está dictado por el capricho de seres todopoderosos en el cielo. Eso era el Determinismo Fatalista: una especie de «destino divino» donde los dioses ya habían escrito tu historia. Bastante deprimente, ¿verdad?
Los Estoicos, filósofos como Zenón y Epicteto, tenían una visión diferente. Ellos creían en un universo regido por el logos, una fuerza racional y ordenadora que impregna el cosmos. Para ellos, todo en el universo, incluyendo nuestras acciones, sigue un orden racional. Pero a diferencia de los fatalistas, creían que aunque no podemos alterar los sucesos externos, tenemos pleno dominio sobre nuestras reacciones internas. Esta filosofía les enseñaba a enfocarse en mantener la serenidad interna ante las vicisitudes, en lugar de intentar cambiar lo incontrolable. Por ejemplo, ante una pérdida, en lugar de sumirse en el lamento, un estoico buscaría mantener la serenidad y extraer aprendizajes de la experiencia.
Y luego estaban los amantes de la libertad, los chicos del Epicureísmo y la Escuela Cínica. Epicuro pensaba que, aunque vivimos en un mundo de átomos y leyes naturales, hay azar en todo esto. Esta imprevisibilidad abría la puerta a la libertad humana. Por otro lado, los cínicos, con Diógenes a la cabeza, eran los rebeldes de la época. Aunque no discutían el libre albedrío en términos metafísicos, para ellos, la verdadera libertad venía de ser independientes y autosuficientes, viviendo sin preocuparse por lo que otros pensaran. Imagínate a Diógenes, desafiando convenciones y viviendo como vagabundo en un barril, ¡todo un personaje!
Entonces, ¿qué nos dice todo esto? Bueno, desde hace milenios, la humanidad ha debatido sobre si somos marionetas del destino o si realmente tenemos el volante de nuestras vidas. Mientras que en «Redshirts», los personajes lidian con una narrativa escrita por otros, estos antiguos filósofos ya se preguntaban algo similar: ¿Estamos realmente al mando de nuestras decisiones?
4.2. Determinismo Teológico: El Gran Debate Medieval
¿Alguna vez te has sentido como un personaje en un videojuego controlado por una fuerza mayor? Bueno, en la Edad Media, esa fuerza era nada menos que el mismísimo Dios. Aquí entramos en el terreno del Determinismo Teológico, que suena como si todo estuviera escrito en un gran libro en el cielo. Según esta idea, cada paso que damos, cada decisión que tomamos, ya fueron determinados por una divinidad.
Pero aquí viene el gran «pero»: si Dios ya ha marcado el camino, ¿tenemos voluntad propia para decidir entre hacer el bien o el mal? Salgamos a quebrar los 10 mandamientos, tildando cada uno como si de un juego de revista se tratase, total, será la voluntad divina. Este era el gran dilema en la Edad Media. Por un lado, la idea de un destino predeterminado por Dios; por el otro, la necesidad de que, de alguna manera, seamos dueños de nuestras decisiones.
Entra en escena el Compatibilismo Teológico: imagina a teólogos como Tomás de Aquino, con sus túnicas medievales, intentando unir dos piezas de un rompecabezas filosófico. Ellos decían algo así: «Sí, Dios sabe todo lo que va a pasar (porque es omnisciente), pero eso no significa que nos esté moviendo como fichas en un tablero de ajedrez». En otras palabras, somos libres de hacer nuestras elecciones, aunque Dios ya sepa cuáles serán.
¿Qué nos enseña todo esto? Mientras que en «Redshirts», los personajes luchan con un guión preescrito, en la Edad Media, la gente lidiaba con la idea de un destino divinamente orquestado. Nos hace preguntarnos (si somos religiosos): en nuestras vidas, ¿qué tanto de lo que hacemos es por elección propia y cuánto está, de alguna manera, predestinado?
4.3. Libertad y Destino en el Mundo Moderno
Cuando Descartes dijo «pienso, luego existo», también podría haber añadido: «y elijo». En la era moderna, comenzó a tomar fuerza la idea de que nuestra mente (o alma) tiene el poder de tomar decisiones libres, más allá de las restricciones del cuerpo. Imagina que tu mente es como un superhéroe, capaz de saltar sobre las leyes de la física en un solo pensamiento.
Kant entró en la escena filosófica con otra vuelta de tuerca: Sí, el mundo natural puede seguir reglas predecibles, pero ¿qué hay de la ética y la moralidad? Para Kant, el libre albedrío no es sólo real, sino también una necesidad para ser moralmente responsables. Es como tener una brújula interna que nos guía, incluso cuando el mundo exterior sigue su propio camino.
Ahora, hablemos de Robert Kane y su Libertarianismo Metafísico: Para Kane, algunas de nuestras decisiones surgen de un lugar interno, genuinamente libre, un espacio que ni la ciencia puede mapear completamente. Es como tener un área secreta en tu mente donde la verdadera libertad reside.
El Compatibilismo, el arte de la conciliación: Hume y otros filósofos compatibilistas intentaron hacer las paces entre el libre albedrío y el determinismo. Imagina que eres libre de seguir tus deseos y motivaciones, incluso si estas están influenciadas por tu entorno. Es como bailar libremente, pero siguiendo el ritmo de la música que ya está tocando.
El Indeterminismo y la Cuántica entran en juego: En el mundo del Indeterminismo, no todo está escrito en las estrellas. Esta teoría sugiere que hay espacio para la aleatoriedad en el universo, una chispa de lo inesperado que podría abrir la puerta al libre albedrío. Algunos científicos han intentado usar la naturaleza impredecible de la física cuántica como una base para el libre albedrío. Pero esta teoría es como un guión de ciencia ficción mediocre: podrá ser intrigante, pero resulta poco creíble y tiene poco sustento.
Y finalmente, el gran debate en la Neurociencia: Con el avance de la ciencia, surge la pregunta: ¿Son nuestras decisiones simplemente el resultado de procesos cerebrales que no controlamos? Sam Harris, en su libro «Free Will», sugiere que el libre albedrío es una ilusión, que somos más como actores siguiendo un guión escrito por la química de nuestro cerebro y nuestro entorno. Harris propone que incluso si el azar forma parte del funcionamiento de nuestro cerebro, eso no significa que tomemos nuestras propias decisiones. Simplemente éstas son generadas por una combinación de fenómenos deterministas y aleatorios. Su teoría nos lleva a preguntarnos: en el gran escenario de la vida, ¿somos realmente los directores de nuestra propia historia?
4.4. Recapitulando
Hemos visto cómo a lo largo de la historia, desde los antiguos fatalistas hasta los modernos pensadores de la neurociencia, la humanidad ha debatido sobre si controlamos nuestras vidas o si somos simplemente actores en un escenario predeterminado. «Redshirts» nos invita a reflexionar sobre estas cuestiones. En la vida, al igual que en la ficción, quizás la respuesta no sea absoluta, pero la pregunta en sí misma nos mantiene buscando, explorando y, lo más importante, cuestionando.
5. Implicaciones en el Mundo Real
En la vida cotidiana todos, sin importar nuestras creencias filosóficas, nos manejamos como si creyéramos completamente en el libre albedrío. Sería impracticable actuar de otra forma. En el caso de las personas más religiosas, su actuar es compatible con sus creencias. Lo mismo ocurre con ateos, agnósticos, etc., que creen, ya sea de forma meditada o no, en el libre albedrío. Cuestiones básicas de la vida humana, como lo es la moralidad, no les representa un problema. Pueden no compartir las mismas ideas sobre lo que es moralmente correcto o no, pero personalmente pueden definir qué forma de actuar está bien y cuál está mal.
Más difícil la tienen los deterministas. Aquellos que como Sam Harris no creen en absoluto en el libre albedrío. Harris propone que aunque podemos hacer lo que decidimos hacer, no podemos decidir qué vamos a decidir hacer. Si creo que no soy libre de tomar mis propias decisiones, ¿para qué actuar, por qué no caer en el Determinismo Fatalista de la antigüedad? Sam Harris afirma que es una idea incorrecta, ya que incluso el acto de sentarse y ver qué sucede es en sí mismo una elección que producirá sus propias consecuencias. Es más, argumenta que es extremadamente difícil simplemente no hacer nada y esperar a ver qué sucede, ya que nos veríamos asaltados por el impulso de levantarnos y hacer algo, lo que requeriría esfuerzos heroicos para resistir. Él enfatiza que el hecho de que nuestras elecciones dependan de causas previas no significa que no importen.
Por ejemplo, si John Sclazi no hubiera decidido escribir Redshirts, el libro no se habría escrito por sí mismo. Su elección de escribir fue indudablemente la causa principal de su existencia. Las decisiones, intenciones, esfuerzos, metas, voluntad, etc., son estados causales del cerebro, pero estas causas no eliminan su importancia o relevancia.
6. Reflexiones Finales: El Libre Albedrío en Redshirts y Más Allá
Al finalizar nuestro viaje a través de las complejidades del libre albedrío y el determinismo, volvemos a las páginas de «Redshirts» de John Scalzi. Esta novela, más que una simple aventura de ciencia ficción, nos invita a reflexionar sobre nuestra propia realidad. ¿Somos realmente los autores de nuestras historias, o estamos atrapados en un guión que no hemos escogido? Al igual que los personajes de Scalzi, que luchan por entender y cambiar su destino, nosotros también nos enfrentamos a preguntas fundamentales sobre nuestra autonomía y el control sobre nuestras vidas. Redshirts no solo entretiene; también actúa como un espejo, reflejando nuestras propias dudas y desafíos en la búsqueda del significado detrás de nuestras elecciones.
7. Tu Turno de Participar
Ahora que hemos navegado juntos por las turbulentas aguas del libre albedrío y el determinismo, tanto en la filosofía como en la ciencia ficción, me encantaría saber qué piensas tú. ¿Crees que somos realmente libres en nuestras decisiones, o hay hilos invisibles guiando nuestras acciones?
- Comparte Tus Pensamientos: ¿Cuál es tu opinión sobre el libre albedrío? ¿Te identificas más con las ideas de Sam Harris o con la visión optimista del Libertarianismo? ¿Hay alguna experiencia personal que haya moldeado tu punto de vista? Deja tus comentarios y unámonos en esta fascinante discusión.
- Un Vistazo a Free Will: Y si te interesa profundizar en el debate sobre el libre albedrío desde una perspectiva científica y filosófica, considera leer Free Will de Sam Harris. Sería interesante comparar tus reflexiones antes y después de esta lectura.
capítulo de un libro